Cuando la veterinaria Odette Doest lleg贸 a la estaci贸n de radio local en la isla caribe帽a de Curazao para brindar una entrevista sobre la conservaci贸n de la vida silvestre, su compa帽ero, Bob, sorprendi贸 al personal. Doest les dijo que traer铆a un flamenco, pero hab铆an asumido que se refer铆a a uno de pl谩stico.
El extra帽o d煤o se conoci贸 en octubre, despu茅s de que Bob (a quien Doest nombr贸 de manera espont谩nea cuando el locutor de radio pregunt贸 cu谩l era su nombre) se estrellara contra una ventana de hotel y se desplomara cerca de la piscina. Doest, una veterinaria de animales ex贸ticos que tambi茅n se dedica a la rehabilitaci贸n de la vida silvestre, se enter贸 del accidente a trav茅s de Facebook y corri贸 al lugar. Ella se dio cuenta r谩pidamente de que Bob no pod铆a ser puesto en libertad, debido a su afinidad natural por la compa帽铆a humana. As铆 que Bob se convirti贸 en parte del grupo de rescatados de Doest, que incluye guacamayos, piqueros y un carancho. Las aves viven en su jard铆n y porche convertido en un aviario, al lado de su oficina.
Cuando el fot贸grafo de vida silvestre Jasper Doest visit贸 a su prima Odette, qued贸 tan encantado con el carisma de Bob que comenz贸 a documentar la ocupada vida del flamenco. Doest lleva a Bob a escuelas y medios de comunicaci贸n para educar a las personas acerca de sus parientes silvestres. La isla es el hogar de alrededor de 250 elegantes aves zancudas, pero la mayor铆a de los casi 160,000 habitantes del pa铆s no est谩n familiarizados con las aves o las amenazas que enfrentan, tales como el desarrollo tur铆stico que interfiere con la alimentaci贸n y el h谩bitat de nidificaci贸n o los ataques de perros sueltos. "A menudo me sorprende que mis vecinos isle帽os no conozcan realmente lo que hay en la naturaleza", dice Doest.
Aunque Doest hubiese preferido liberar a Bob, ella dice que la est谩 ayudando a inculcar una 茅tica de conservaci贸n a la pr贸xima generaci贸n. Los ni帽os desean saber todo sobre el ave rosa de cuatro pies de altura: de qu茅 forma su vida es diferente de la de sus primos de vuelo libre, por qu茅 sus plumas son de color rosa (debido a ciertos compuestos en los camarones y algas que come) y cu谩l es su tentempi茅 favorito (caviar, que trata de comer directamente de la mano de Doest). Despu茅s de cada visita a una escuela, Doest le pide a un estudiante que lleve a Bob de vuelta a su autom贸vil. "Se los ve extremadamente orgullosos", opina sobre los nuevos miembros del creciente club de fan谩ticos de Bob.
Directo a la Clase
Odette Doest llega a la escuela A.E. Goiloschool en Julianadorp con Bob y un pel铆cano que perdi贸 un ala. Doest originalmente financiaba su trabajo de rehabilitaci贸n por s铆 sola, pero los costos en aumento relacionados con el cuidado de las aves la incitaron a crear una fundaci贸n con el fin de aceptar donaciones. Hoy en d铆a, en una semana t铆pica atiende a cuatro o cinco aves rescatadas.
Un Hu茅sped Popular
Los estudiantes sab铆an que conocer铆an a una veterinaria, pero no sab铆an que llevar铆a aves vivas con ella. "Fue una gran sorpresa para ellos", dice Jasper Doest. La visita a la escuela fue uno de los momentos favoritos del fot贸grafo en su visita a Curazao. Algunos de estos ni帽os nunca hab铆an visto un flamenco silvestre, y mucho menos de cerca, y fue divertido ver el entusiasmo de ellos frente al alto visitante rosa. "Podr铆a haber hecho eso durante toda una semana", dice.
Haciendo Amigos
Los flamencos y las personas tienen una relaci贸n tensa en Curazao. Los complejos tur铆sticos invaden el h谩bitat de alimentaci贸n y nidificaci贸n de las aves, y los perros sueltos las atacan y lastiman, e incluso llegan a matarlas. Nuestra obsesi贸n con las autofotos tambi茅n perjudica a las aves; Doest dice que algunas personas, en su intento por conseguir una buena toma, lanzan piedras para conseguir fotograf铆as de las aves en vuelo.
El toque humano
A Bob no le molesta que un estudiante lo lleve hasta el autom贸vil, ya que ha pasado la mayor parte de su vida en compa帽铆a de los humanos. Odette Doest supo que fue criado por personas como parte de una bandada privada, y luego liberado en su h谩bitat natural por sus propietarios el a帽o pasado.
Hogar, dulce hogar
Bob con el hijo de Odette Doest y el loro mascota de la familia en el porche, que se ha convertido en un aviario de rescate.
Hora de un tentempi茅
Bob probablemente se sobresalta con su propio reflejo cuando deambula hacia la m谩quina expendedora (no se trata de un antojo) en su visita a una estaci贸n de televisi贸n local. Una y otra vez durante su visita, Jasper Doest se vio encantado por el divertido contraste que generaba el larguirucho ave rosa en los entornos humanos. "Algunas de las im谩genes son muy divertidas o muy extra帽as", opina.
Hecho para la televisi贸n
Ambos Doest desean que Bob pudiese subsistir en la naturaleza, pero los reconforta su nueva funci贸n como s铆mbolo de conservaci贸n. Durante la visita de Jasper Doest, Bob apareci贸 en un programa de noticias de televisi贸n local, adem谩s de asistir a otros compromisos sociales. "Marca una diferencia para todos los flamencos que existen en las marismas", dice Doest.