Diminutos, raros y llenos de color, a los se los llama "joyas del interior" por una buena raz贸n.
Con poco menos de 2.500 restantes en la naturaleza, es deslumbrante ver el , quienquiera tenga tanta suerte de encontrarla. El h谩bitat de las aves est谩 ligado en gran medida a la zona de Kimberley, una regi贸n espectacularmente accidentada que marca la 煤ltima frontera de Australia. De abril a octubre, de manera natural llega la temporada seca a ese 谩rea, que culmina con incendios feroces que arrasan con la flora y el h谩bitat esencial. Los incendios siempre han existido en la regi贸n de Kimberley, pero nunca a esta escala o frecuencia.
Hist贸ricamente, las tribus abor铆genes iniciaban peque帽os fuegos controlados para evitar los incendios forestales de final de temporada en torno a sus hogares. Pero cuando los colonizadores europeos desplazaron a las tribus a principios del siglo XX y esa pr谩ctica se extingui贸, fuegos infernales empezaron a diezmar todo el paisaje con regularidad. Muchas aves que dependen de las semillas murieron de hambre en estas olvidadas sabanas, especialmente los diamantes de Gould, que dependen de spinifex, una semilla que 煤nicamente crece en zonas que no hayan sido tocadas por el fuego en tres a帽os como m铆nimo. Los fuegos de final de temporada tambi茅n aniquilaron arbustos y 谩rboles huecos y dejaron a las aves sin ning煤n lugar para esconderse de los gatos salvajes y otros depredadores.
En 2013, el ecologista brit谩nico Alexander Watson supo que los guardaparques abor铆genes kijas hab铆an creado un plan de quema prescriptiva para Kimberley, pero les faltaba el dinero y el equipo para ponerlo en pr谩ctica. Watson se dio cuenta de que el plan podr铆a dar a las aves una oportunidad de luchar. As铆 que 茅l y los guardaparques pusieron en marcha el programa Fuego y Plumas, financiado por el gobierno de Australia y varios grupos conservacionistas, que contrata a estaciones de bomberos de propiedad de los ind铆genas para iniciar peque帽as quemas controladas a principios de la temporada seca alrededor de seis poblaciones de diamantes de Gould. Los guardaparques primero dejan caer bombas incendiarias de helic贸pteros a lo largo de una ruta preestablecida para quemar el matorral. Luego siguen a pie, para barrer el suelo con antorchas de agarre y conseguir una combusti贸n m谩s precisa. Los guardaparques tambi茅n supervisan los diamantes de Gould mediante la instalaci贸n de c谩maras en su zona de cr铆a.
Despu茅s de solo tres a帽os, el proyecto ya ha tenido un 茅xito tangible. Aunque los guardaparques no tendr谩n datos de poblaci贸n concretos hasta finales de este oto帽o, dicen que los avistamientos de diamantes de Gould han ido en aumento. "Este es uno de los raros casos en que vimos un problema, hicimos algo al respecto y las aves est谩n regresando", dice Kira Andrews, una supervisora del proyecto del grupo sin fines de lucro Rangelands.
El pr贸ximo objetivo de Watson es cuadruplicar el alcance del proyecto a 60.000 kil贸metros cuadrados, que abarca casi todo Kija. "Los guardaparques no solo est谩n protegiendo a los diamantes de Gould", explica. "Est谩n protegiendo activos como ciudades y reservas. Est谩n protegiendo las carreteras y toda una serie de cosas de las cuales depende su comunidad".
Los grupos abor铆genes como el kija conforman de la poblaci贸n de la regi贸n de Kimberley, pero tienen muy pocos recursos para subsistir. Estos grupos experimentan niveles extremadamente altos de pobreza, desempleo y suicidio. De esta manera, los incendios representan un salvavidas para los kijas. El programa no solo restaura su tierra, sino que tambi茅n los capacita para el trabajo en la gesti贸n de las especies amenazadas y abre oportunidades profesionales para las comunidades. Pero los kijas no est谩n solos: muchas tribus de toda Australia han creado asociaciones de conservaci贸n con organizaciones sin fines de lucro para preservar la vida silvestre local. El pueblo Olkola, por ejemplo, los sitios de anidaci贸n del perico aligualdo en peligro de extinci贸n, mientras que el pueblo Gumbaynggirr de las pardelas del Pac铆fico en la reserva de la Isla Muttonbird. Los lugare帽os saben que si las aves se recuperan, tambi茅n lo har谩 su conexi贸n con la tierra.
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Renacer de las cenizas
Las quemas prescritas que inician los kijas ayudan a preservar ecosistemas enteros. Estos tres animales australianos tambi茅n est谩n sembrando los beneficios.
Maluro coronado
Los nidos de en la hierba del r铆o no se queman con facilidad. En la estaci贸n seca, sin embargo, los incendios forestales aniquilan 谩reas enteras de h谩bitat del ave cantora. Despu茅s de un incendio controlado, la hierba vuelve a crecer con mucha m谩s rapidez.
Paloma de Smith
La de rostro carmes铆 anida en el suelo. Las llamaradas de final de temporada pueden reducir la cobertura vegetal, lo que deja a las aves y sus cr铆as m谩s susceptibles a los depredadores, como los dingos y los gatos silvestres.
Macrotis
Un marsupial del desierto amenazado, el , es casi todo o铆dos y hocico. Prefiere el campo abierto con una mezcla irregular de suelo desnudo y masas de hierba, un paisaje que se crea mejor con las quemas en mosaico.