En enero de 2012, Jorgen Berge y dos colegas estaban dando vueltas alrededor de Kongsfjorden, en la costa de Svalbard, en un peque帽o bote de goma con un motor fuera de borda. El fiordo, un sitio de parada para un crucero de dos semanas de investigaci贸n del hielo marino, proporcion贸 una oportunidad 煤nica para buscar vida marina en aguas abiertas poco profundas en el alto norte durante el final del invierno. Era de madrugada, pero la hora no importaba: En el 脕rtico, y en esa 茅poca del a帽o, la oscuridad lo cubre todo durante el d铆a y la noche. Tambi茅n lo hace un fr铆o intenso, por lo que los tres cient铆ficos noruegos se hab铆a puesto trajes muy aislantes de color naranja intenso, con bandas reflectantes, 煤tiles en caso de que alguien cayera al agua helada y requiriera que lo rescaten. A medida que el equipo avanzaba, un misterioso resplandor comenz贸 a rodearlos. Berge, hipnotizado, se inclin贸 sobre la borda para ver de cerca.
鈥淗ab铆a un espect谩culo fant谩stico de luz azul verdosa en el agua鈥, dice v铆a Skype. Berge, un bi贸logo marino amable cuyo rostro est谩 enmarcado por una barba rojiza prolija, gesticula a medida que describe el conjunto de , peque帽os organismos que son la base de la cadena alimenticia marina. En su fervor, parece correr el riesgo de tirar su vino tinto y arruinar su computador port谩til. 鈥淪ent铆 como si un rayo hubiese ca铆do dos veces鈥, dice.
Eso es porque que dos a帽os antes, en enero de 2010 y en el mismo fiordo, el equipo de Berge hab铆a documentado zooplancton bioluminiscente, que result贸 en la de tal avistamiento en el 脕rtico. En ese viaje tambi茅n detectaron cinco especies de aves marinas que jam谩s se hab铆an registrado invernando en la zona: los 79 grados de latitud est谩n a m谩s de 12 grados al norte del C铆rculo Polar 脕rtico. En 2012, cuando Berge se volvi贸 a encontrar con los organismos brillantes y sinti贸 a las aves oscuras volando alrededor en la oscuridad, decidi贸 catalogar este mundo poco conocido. 鈥淪implemente se asumi贸 que no pasaba nada en el 脕rtico durante la noche polar, que se trataba de un momento de descanso鈥, dice Berge. 鈥淧ero lo que est谩bamos viendo contaba una historia diferente鈥.
Durante los pr贸ximos tres eneros, 茅l y 100 cient铆ficos y estudiantes de posgrado de siete pa铆ses descubrieron que en lugar de descansar cuando las luces se apagan, o salir de la zona por completo, los animales en este fiordo se mueven afanosamente en la oscuridad infinita, aliment谩ndose, creciendo e incluso reproduci茅ndose. A medida que la Tierra se precipita hacia un 脕rtico sin hielo, algo que la regi贸n no ha experimentado , el trabajo del grupo, publicado en la edici贸n de octubre de 2015 de , puede ofrecer una visi贸n del futuro. 鈥淣o podr铆amos haber hecho este estudio hace 10 a帽os鈥, dice Berge. 鈥淓n ese entonces, un hielo marino de un metro y medio de espesor cubr铆a el fiordo鈥.
鈥淩ealmente es un estudio muy importante鈥, repite Tony Gaston, que ha investigado a las aves marinas en el 脕rtico canadiense durante d茅cadas y no estuvo involucrado con el proyecto. Gaston, y otros, hab铆an sospechado que el calentamiento abrir铆a nuevos h谩bitats para algunas aves marinas en el invierno: para que puedan sobrevivir, los niveles m谩s bajos de la cadena alimenticia tendr铆an que seguir existiendo. 鈥淎hora estamos descubriendo que las aves se quedan mucho m谩s al norte de lo esperado, sobre todo en el Mar de Barents. En la actualidad, hay muchas m谩s aguas abiertas all铆鈥.
El de Berge es solo un esfuerzo por aclarar los misterios de la noche polar del 脕rtico y documentar los cambios dram谩ticos causados por el cambio clim谩tico. Los sensores est谩n detectando olas m谩s grandes y cerca de la costa, algunas de casi dos pisos de altura, a medida que se reduce el hielo marino. El rastreo satelital ha descubierto que ya no pasan el invierno en Groenlandia, sino en el hielo compacto en el Estrecho de Davis, en la costa oeste de la isla. Se cree que buscan alimento en los restos que dejan los osos polares, un mecanismo de supervivencia cada vez m谩s d茅bil, dado que se espera que el n煤mero de estos 煤ltimos caiga en picada un 30% para el a帽o 2050, a . Y los micr贸fonos submarinos desplegados en Alaska han revelado que las ballenas de verano se est谩n quedando hasta el invierno, meses m谩s tarde de lo habitual, probablemente debido a las crecientes extensiones de aguas abiertas. (Los fisgones se asombraron cuando escucharon , un comportamiento que se cre铆a que estaba limitado a las zonas de reproducci贸n tropicales de las ballenas). El deshielo polar tambi茅n est谩 proporcionando acceso a rincones que antes eran inaccesibles, ofreciendo oportunidades sin precedentes para el desarrollo, la navegaci贸n, la pesca, y las expediciones cient铆ficas en lugares como Kongsfjorden.
Cada enero, los exploradores polares durante dos semanas. 鈥淪茅 que probablemente quiere o铆r lo dif铆cil que eran las condiciones de vida, pero no hab铆a ning煤n problema鈥, Berge dice sobre su centro de investigaci贸n, que ten铆a duchas calientes, buen alimento, una mesa de billar y un bar abastecido. Con tantos cient铆ficos compitiendo por algo de tiempo a bordo del buque de investigaci贸n y las peque帽as embarcaciones, trabajaron d铆a y noche para poder realizar todo el trabajo de campo, soportando vientos fuertes y temperaturas que cayeron a -40 grados Celsius. Berge estima que en 15 d铆as podr铆an lograr el equivalente a 900 d铆as de investigador en el campo.
Desde el amanecer sin sol hasta las primeras horas, desplegaron trampas cebadas y c谩maras con disparo a intervalos para capturar una comunidad abundante y ocupada de cangrejos, caracoles y otros carro帽eros de aguas poco profundas. Encontraron bosques de algas florecientes y, en la columna de agua, midieron tasas de respiraci贸n superiores a las registradas en el verano. Vieron c贸mo las veneras islandesas que se alimentan por filtraci贸n segu铆an creciendo durante el invierno, probablemente consumiendo restos, llamados 鈥溾, que flotaban a su alrededor (su fuente de alimento habitual, el fitoplancton, estaba presente solamente en peque帽as cantidades). El bacalao polar y el arenque, presas de muchas aves marinas, se alimentaban en las aguas g茅lidas. Los cop茅podos, el krill, y otras especies de zooplancton se estaban reproduciendo activamente y manteniendo m谩s o menos un ritmo circadiano, asomando a la superficie durante la noche para alimentarse y hundi茅ndose en aguas m谩s profundas durante el cambio invisible a las horas diurnas, respaldando la investigaci贸n reciente que indica que los organismos del 脕rtico detectan niveles de luz que el ojo humano no puede.
Cuando el viento disminu铆a, y a medida que la temperatura ca铆a inevitablemente, Berge se abrigaba y sal铆a en un Zodiac en busca de aves marinas, sus ojos ajust谩ndose de a poco a la oscuridad, a veces, compensada por la luna, las estrellas, o el resplandor danzante verde y rojo de la aurora boreal. 鈥淓s casi m谩gico cuando est谩s ah铆鈥, dice. 鈥淭u sistema est谩 en alerta m谩xima, y est谩s m谩s consciente de tu entorno鈥.
Esas salidas familiarizaron a Berge, un experto en plancton, con las rarezas de los p谩jaros: la forma en que los fulmares boreales sobrevuelan en c铆rculos cerca, pero nunca aterrizan en el agua, o c贸mo los faros de la tripulaci贸n atraen a los araos aliblancos. Se volvi贸 especialmente aficionado a los m茅rgulos atl谩nticos, que sal铆an a la superficie, charlaban brevemente mientras se reagrupaban (鈥渃omo si estuvieran haciendo un plan鈥, dice), y luego desaparec铆an en el agua oscura. El equipo de Berge vio cientos de aves de seis especies y recogi贸 cinco m茅rgulos atl谩nticos, tres araos de Br眉nnich, un arao aliblanco, un fulmar boreal, y un gavi贸n hiperb贸reo (las gaviotas trid谩ctilas los eludieron). Los espec铆menes que se recogieron eran todos sanos y muchos ten铆an los est贸magos repletos de peces, crust谩ceos o zooplancton.
A pesar de que se sabe que algunas aves marinas, como los araos aliblancos, pasan el invierno en el 脕rtico, los resultados sorprendieron a Nina Karnovsky, una ornit贸loga en Pomona College, que estudia a los m茅rgulos atl谩nticos en Svalbard durante la temporada de reproducci贸n. 鈥淓l hecho de que hubiera m茅rgulos atl谩nticos all铆 en invierno me impact贸 por completo鈥, dice, al explicar que los peque帽os planct铆voros tienen altos metabolismos y por lo tanto necesitan una gran cantidad de alimentos para sobrevivir, sobre todo cuando baja el mercurio.
Es posible que algunas aves siempre se hayan quedado sin que nadie se diera cuenta, pero una explicaci贸n m谩s probable es que el equipo de Berge ha documentado un nuevo fen贸meno, provocado por la desaparici贸n del hielo marino. 鈥淐reo que lo que estamos viendo es una se帽al de que el calentamiento est谩 provocando cambios en el comportamiento de las aves del 脕rtico鈥, dice Karnovsky. 鈥淓sto enfatiza que realmente necesitamos comprender toda la vida de las aves marinas, no solo cuando se encuentran en colonias de reproducci贸n, para entender c贸mo el cambio clim谩tico las est谩 afectando鈥.
Si bien la gran mayor铆a de las aves marinas que se reproducen en Svalbard contin煤an migrando, puede haber beneficios para las que puedan pasar el invierno en latitudes m谩s altas. Aquellas que se quedan podr铆an elegir primero los sitios de nidificaci贸n del pr贸ximo a帽o o enfrentarse a una menor competencia por el alimento. Pero a煤n est谩 por verse si esas fuentes de alimentos siguen siendo copiosas en el 脕rtico, que cambia r谩pidamente, o si incluso llegan a ser m谩s abundantes, o, si de hecho se vuelven m谩s escasas a medida que aumentan la acidificaci贸n de los oc茅anos y las temperaturas de la superficie del mar.
Marcos Mallory, un miembro del en Canad谩, y el cient铆fico principal del proyecto de seguimiento satelital de la gaviota marfile帽a, dice que el estudio tambi茅n plantea preguntas intrigantes sobre los sentidos de las aves: 鈥溌緾贸mo rayos se acercan al alimento que quieren en la oscuridad?鈥.
鈥淪iempre hab铆a asumido que las aves que se quedan en las latitudes m谩s altas engordan todo lo que pueden en oto帽o, y luego viven de esas reservas hasta que haya luz suficiente para que puedan alimentarse de nuevo鈥, contin煤a. 鈥淓s bastante impactante que hayan encontrado aves gordas con el est贸mago lleno鈥.
Y sin embargo, no es del todo sorprendente que varias de estas especies puedan salir adelante en la oscuridad. A 33 pies por debajo de la superficie, el oc茅ano normalmente ha absorbido la mayor parte de la luz visible, pero se sabe que los m茅rgulos atl谩nticos, los araos de Br眉nnich y los araos aliblancos se sumergen a m谩s de 100 pies de profundidad, lo que nos indica que deben tener cierta capacidad de buscar alimentos en condiciones de poca luz. Los fulmares boreales, por su parte, tienen un sentido agudo del olfato, que puede resultar 煤til cuando se alimentan en condiciones sin luz.
Aun as铆, esas caracter铆sticas no explican con precisi贸n c贸mo las aves localizan su alimento. El plancton bioluminiscente parecer铆a ser una baliza obvia: tanto los m茅rgulos atl谩nticos como los araos que recogi贸 Berge se hab铆an alimentado recientemente de una especie de krill bioluminiscente, el Thysanoessa, y las aves que se alimentan de peces pod铆an dirigirse a la presa que se alimentaba de aquellos trozos brillantes. Sin embargo, las aves tambi茅n buscaban alimentos cuando el espect谩culo de luz estaba ausente. Los bi贸logos de aves marinas entrevistados para esta historia ten铆an numerosas hip贸tesis, en algunos casos altamente especulativas. Tal vez los ojos de las aves sean mucho m谩s sensibles de lo que sabemos, lo que les permite utilizar los niveles de luz de las estrellas, o niveles bajos de luz solar que nosotros no podemos detectar. O tal vez se est茅n alimentando solamente en aguas poco profundas, donde pueden ver la presa. O, y aqu铆 es donde se pone extravagante, tal vez tengan otros sentidos que no conocemos: plumas u otros 贸rganos que funcionan como antenas y captan la turbulencia que deja un objeto en movimiento, por ejemplo, o capacidades de murci茅lago que les permitan conocer su camino a la presa a trav茅s de sonidos. Por ahora, sigue siendo un misterio.
Este enero, el trabajo de campo de Berge en el 脕rtico ser谩 un asunto m谩s tranquilo. Desplegar谩 una variedad de instrumentos que miden la ac煤stica, la luz, y las propiedades f铆sicas de las aguas heladas, y tambi茅n incluir谩 algo de trabajo sobre el zooplancton bioluminiscente que tanto lo fascina.
Sin embargo, no ha perdido el gusto por catalogar el invierno en exceso. Tiene la esperanza de que para esta 茅poca, pero del a帽o que viene, pueda dirigir una expedici贸n en las aguas abiertas al norte de Canad谩. Despu茅s de todo, dice, ahora tenemos una imagen del invierno en un solo lugar, pero tenemos poca idea de si, en otras 谩reas de aguas abiertas en la extensa regi贸n, se observa una actividad similar.
鈥淓s muy importante profundizar nuestra comprensi贸n del 脕rtico en este momento鈥, dice Mallory. Estamos reescribiendo, sin saberlo, las reglas para la supervivencia en la cima del mundo, obligando a la fauna que se encuentra all铆 a adaptarse m谩s r谩pido que nunca. Al mismo tiempo tenemos una gran oportunidad de vigilar los lugares y las especies remotas en formas que nunca antes hab铆an sido posibles, dada la interrupci贸n actual, probablemente temporal, en la explotaci贸n de petr贸leo y gas y la calma antes de que exploten la pesca y el transporte mar铆timo en toda la regi贸n.
Esos esfuerzos ser谩n claves para la identificaci贸n y la protecci贸n de las 谩reas biol贸gicamente m谩s importantes de la regi贸n. Y podr铆an revelar maravillas m谩s all谩 de la bioluminiscencia y los habitantes inesperados de invierno. Sin duda, el 脕rtico no nos ha revelado todav铆a todos sus secretos.