Sobre las laderas de las Montañas de Altái al oeste de Mongolia, Dalaikhan Itale y su fiel compañero se preparan para la cacería. Cuando Itale divisa un zorro en el valle debajo, libera al Águila Real para que vaya y capture a la presa.
Por siglos, los burkitshi, o cazadores con águilas, han provisto al pueblo kazajo con alimento durante los gélidos meses de invierno. Las águilas son capturadas de sus nidos en las grietas rocosas y viven por muchos años con las familias de los cazadores, los cuales comienzan a entrenarlas a los 13 años. Solo se escogen hembras, ya que al crecer son más grandes que los machos, lo cual les brinda una ventaja como cazadoras. El vínculo entre entrenador y ave es profundo: ella responde únicamente a su voz.
La ٰ徱ó burkitshi data de los tiempos del reinado de Kublai Khan, quien salía de cacería con Estos días, los números de los burkitshi rondan las varias docenas.
La ٰ徱ó sostiene que los cazadores deben liberar a las aves luego de una década, por lo que una mañana de primavera, Itale la dejará ir. De ser necesario, se esconderá o esperará hasta la noche para asegurarse de que no lo siga a casa, y de que viva el resto de su vida en la naturaleza.