Gracias a una tribu local, los c贸ndores de California podr铆an pronto planear nuevamente sobre Redwood

La tribu Yurok ha estado presionando durante m谩s de una d茅cada para reintroducir el ave en el norte de California. Ahora, con el apoyo de investigaciones cient铆ficas y una gran cantidad de agencias y organizaciones, un plan comienza a tomar forma.

Ha transcurrido m谩s de un siglo desde las 煤ltimas veces que el ave de tierra m谩s grande de nuestro continente planeara entre los 谩rboles m谩s altos del mundo. En la regi贸n del noroeste pac铆fico, el 煤ltimo c贸ndor de California fue cazado entre 1890 y 1910 en una ciudad min煤scula fuera del Parque Nacional de Redwood. El ave est谩 exhibida, con sus ojos de vidrio y llena de polvo, en el cercano Museo Hist贸rico Clarke, en la localidad de Eureka.

No lejos de Eureka, a lo largo del mismo tramo de la costa de California, la tribu Yurok habita en un 谩rea alrededor del r铆o Klamath, que serpentea desde el sur de Oregon hasta el norte de California. Al igual que sus antepasados, los Yurok todav铆a construyen chozas con secoyas ca铆das y pescan salm贸n en el r铆o. Pero la tribu realmente desea reencontrarse con buena presa: su nombre ancestral para el c贸ndor. "Para nosotros es el rey del cielo", dice el jefe de la tribu, Thomas P. O鈥橰ourke. "Su ausencia es un vac铆o en nuestros corazones".

Los Yurok creen que cuando el creador estaba dise帽ando el mundo pidi贸 a cada esp铆ritu animal que aportara una oraci贸n en canto. El desgarbado pero gracioso c贸ndor canturre贸 una canci贸n m谩s hermosa que cualquier otra que se hubiera escuchado. Hoy en d铆a, a pesar de las d茅cadas de ausencia del ave, los bailarines de la tribu que visten plumas de c贸ndor transmitidas de generaci贸n en generaci贸n cantan su nombre durante sus ceremonias anuales de renovaci贸n.

Para recuperar esta pieza perdida de su paisaje cultural, los ancianos de Yurok votaron en 2003 para reintroducir c贸ndores a sus tierras. Por tratarse de un grupo de personas aut贸ctonas con fondos limitados, fue un movimiento audaz y raro. Pero la decisi贸n, cuenta O'Rourke, fue f谩cil para la tribu de 5.000 miembros, la m谩s grande de California. "El mundo no puede funcionar ni mantener un balance hasta que est茅 completo", dice.

Aunque el voto puso a la comunidad de Yurok en movimiento, las agencias estatales y federales necesarias todav铆a no estaban listas para iniciar el proyecto. Para obtener apoyo, los Yurok contrataron a bi贸logos para estudiar la costa rocosa y los brumosos bosques de la regi贸n y determinar si podr铆a mantener una nueva poblaci贸n de aves, que hist贸ricamente habit贸 desde la Columbia Brit谩nica hasta Baja California antes de que la p茅rdida de su h谩bitat, el envenenamiento por plomo y unos cascarones cada vez m谩s delgados diezmaran su poblaci贸n. Pocos ejemplares de las especies en peligro de extinci贸n sobreviven hoy en Big Sur y en partes del suroeste gracias a un programa intensivo de reproducci贸n y reintroducci贸n, pero ninguno vive por encima del 谩rea de la Bah铆a de San Francisco. En total, existen hoy 435 aves en cautiverio y en libertad.

Los bi贸logos se complacieron al descubrir que la zona del r铆o Klamath sigue siendo propicia para los c贸ndores. La escasa poblaci贸n humana de la zona significa menos campos de caza y menos cables el茅ctricos, y la abundancia de opciones de carro帽a, incluidos esqueletos de ballena arrastrados a la costa, aseguran abundante alimento. Sin embargo, la posible amenaza de envenenamiento por plomo de balas y equipos de pesca continuaba siendo una preocupaci贸n. Por suerte, los estudios a largo plazo solo revelaron indicios del elemento en otros carro帽eros como los buitres americanos cabecirrojos (urub煤es de cabeza roja) y los cuervos, y esto fue suficiente como para impulsar esfuerzos de educaci贸n entre los cazadores locales, pero no estropear el plan.

Una vez que los cient铆ficos contratados por los Yurok reunieron suficientes datos y despu茅s de que los programas de reintroducci贸n del c贸ndor demostraran reiterado 茅xito en otros lugares, el Servicio de Parques Nacionales y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos se unieron a la causa. Eso sucedi贸 en 2008. Ahora, un total de 15 agencias y organizaciones ansiosas por colaborar han acordado ayudar a liberar c贸ndores criados en cautiverio en los parques nacionales y estatales de Redwood en los condados de Humboldt y Del Norte en los pr贸ximos dos a帽os. El grupo de trabajo conjunto acaba de completar su primera ronda de reuniones de alcance p煤blico y est谩 en proceso de redacci贸n de una Evaluaci贸n Ambiental (EA) del plan de restauraci贸n, que recibir谩 una segunda ronda de contribuci贸n p煤blica antes de que se publique la EA final.

"Cuando hablamos del poder de esta ave, no s贸lo nos referimos a su poder f铆sico", dice O'Rourke de los pterod谩ctilos modernos de 25 libras con envergadura alar de 9.5 pies. "Nos referimos a su capacidad para forjar relaciones positivas entre las personas". Mike Long, jefe de divisi贸n de especies amenazadas de Pesca y Vida Silvestre, coincide en que las relaciones de trabajo con los Yurok y entre agencias han fluido tranquilamente. "Ha sido un equipo so帽ado", indica.

Ese entusiasmo se demostr贸 durante la semana de reuniones de alcance a fines de enero. La mayor铆a de los asistentes apoyaron la idea y quer铆an ver a las aves en el aire tan pronto como fuera posible: especialmente una anciana Yurok de 94 a帽os que esperaba poder ver un c贸ndor volando sobre el Klamath en su vida. Mientras tanto, un miembro de la tribu Nez Perce en Portland elogi贸 a los Yurok por ejercer sus derechos soberanos de una manera tan poderosa. "Ustedes nos inspiran", dijo.

Sin embargo, existen preocupaciones entre las empresas madereras y energ茅ticas por si la introducci贸n de una especie en peligro de extinci贸n en su regi贸n pudiera interrumpir las operaciones. Los ganaderos se preguntan c贸mo podr铆a afectar sus tierras de pastoreo. Y los cazadores en Oreg贸n, donde podr铆a llegar la zona de distribuci贸n de la poblaci贸n de aves, est谩n intranquilos ante la idea de que los c贸ndores puedan inducir a los reguladores a prohibir las municiones de plomo, como lo hizo California en 2013, cuya implementaci贸n completa de la ley tendr谩 lugar en 2019. Estas preocupaciones fueron presentadas en las reuniones y entre los m谩s de 3,000 comentarios escritos presentados al USFWS acerca de la propuesta. 

Long dice que entiende la duda y que Pesca y Vida Silvestre est谩 considerando la posibilidad de designar al nuevo grupo de c贸ndores como una "poblaci贸n experimental no esencial", que ofrecer铆a m谩s colaboraci贸n con las partes interesadas y facilitar铆a las aplicaci贸n de la Ley de Especies en Peligro de Extinci贸n (ESA) donde corresponda. "Permitir铆a un enfoque m谩s espec铆fico", dice. Por ejemplo, explica Long, la designaci贸n est谩ndar de la ESA podr铆a prohibir la tala en ciertas partes del h谩bitat de las aves. Pero al aplicar la subregla a la ley federal, solo ciertas actividades madereras, como cortar un 谩rbol que tenga un nido, podr铆an ser prohibidas. Es una pieza especialmente complicada del rompecabezas normativo que sigue siendo estudiada.

, que cumpli贸 un papel importante en la prohibici贸n de municiones de plomo en el estado, apoya plenamente la propuesta de reintroducci贸n. La directora del cap铆tulo de 颁辞苍蝉别谤惫补肠颈贸苍 de Aves, Andrea Jones, dice que est谩 emocionada ante la perspectiva de que los busardos blancos y negros vuelvan a volar sobre el territorio ancestral de los Yurok. "Ver a los c贸ndores en la naturaleza nos da una idea de la rica biodiversidad hist贸rica de California y nos recuerda que todav铆a tenemos paisajes lo suficientemente grandes para mantener a estas aves gigantes", dice.

Desde 2008, el bi贸logo Yurok Chris West y su colega Tiana Williams, graduada de Harvard y miembro de la tribu, han vivido y respirado el sue帽o de reunificar c贸ndores en su h谩bitat norte帽o. Explican que el plan es comenzar a liberar seis c贸ndores por a帽o durante diez a帽os comenzando en oto帽o o invierno de 2019. Las aves nacer铆an y ser铆an criadas en otras instalaciones de recuperaci贸n de c贸ndores antes de ser transferidas a un aviario construido en la zona remota de Bald Hills en el Parque Nacional Redwood. All铆 se adaptar谩n a la zona antes de ser liberadas y deban valerse por s铆 mismas. Se les seguir铆a suministrando alimento fuera del aviario para que las aves que vuelen libremente puedan ser recapturadas para su seguimiento y evaluaci贸n.

La idea final es que los c贸ndores comiencen a reproducirse en libertad. Una poblaci贸n diferente en el norte de California mejorar铆a la diversidad gen茅tica de la especie, indica West, y ayudar铆a a evitar la extinci贸n total en el caso de que sus contrapartes del sur sufran alg煤n tipo de cat谩strofe, como un envenenamiento masivo. A pesar de que los c贸ndores pueden mantenerse en vuelo durante horas, alcanzando velocidades de m谩s de 55 millas por hora, subiendo a altitudes de 15,000 pies y viajando hasta 200 millas en un d铆a, es improbable que la bandada de Yurok se reproduzca con la de Big Sur dada la gran superficie que existe en el medio.

West, que trabaj贸 con m煤ltiples poblaciones de c贸ndores a lo largo de su carrera, dice que lo que lo atrajo a la especie fue la conexi贸n personal que desarrollan los bi贸logos con los c贸ndores. Como cada ave es tan valiosa, se obtiene una gran gratificaci贸n personal al saber que su investigaci贸n y cuidado ayudan a que cada una sobreviva. "Existen tan pocas aves en libertad, que cuando tienes 茅xito, lo ves en cada una", dice.

Williams dice que est谩 emocionada por lo que vendr谩 y por estrechar su v铆nculo con los c贸ndores, conocidos por su inteligencia e individualidad. Pronto se dirigir谩 al zool贸gico de Los 脕ngeles para recibir una capacitaci贸n sobre un apropiado manejo y tratamiento, espec铆ficamente sobre terapia de quelaci贸n en caso de que deba cuidar de un ave que sufra envenenamiento por plomo. Para Williams, el proyecto de recuperaci贸n est谩 lleno de un significado especial, dado que all铆 se encuentran su herencia y su trabajo. "Esto es muy fascinante para m铆", explica. "Como miembro de la tribu, es muy significativo".

Sobre todo, Williams est谩 emocionada por los ancianos Yurok que han esperado y orado por el regreso de su esp铆ritu del cielo. Pronto su sue帽o de ver nuevamente a un c贸ndor volando por encima de las secoyas podr铆a hacerse realidad. O鈥橰ourke dice que ver eso llenar铆a su coraz贸n. "S茅 que se me llenar谩n los ojos de l谩grimas".