Nuevas investigaciones muestran que los colibr铆es necesitan cerebros excepcionales para cernerse

Para moverse en todas las direcciones, es necesaria una gran capacidad cerebral.

Los colibr铆es son 煤nicos por muchos motivos. Si bien son de las aves m谩s peque帽as del mundo, son los que vuelan m谩s r谩pido en relaci贸n con la longitud de su cuerpo, y los 煤nicos verdaderos especialistas en cernerse. Para que esta forma de vuelo especial sea posible, los colibr铆es han desarrollado varias adaptaciones, que van desde formas de alas especializadas hasta m煤sculos en el pecho. Estos 煤ltimos componen hasta 30 por ciento de su peso corporal total (para la mayor铆a de las aves, el peso de su pecho representa entre el 15 y el 18 por ciento).

Los cient铆ficos siempre han sospechado que el complejo movimiento de los colibr铆es requiere de un cerebro m谩s complejo, pero el cerebro de esta ave es muy peque帽o y dif铆cil de estudiar. Tanto es as铆 que reci茅n ahora un equipo de cient铆ficos canadienses el modo en el que los colibr铆es utilizan el cerebro para cernerse. Dicha investigaci贸n, publicada en la edici贸n de este mes de Current Biology, muestra que el cerebro de los colibr铆es es diferente del de todas las dem谩s aves (o incluso de los vertebrados de cuatro patas), algo que les permite volar en m煤ltiples direcciones.

Para comprender estas diferencias, primero es importante considerar c贸mo y por qu茅 nos movemos. Todas las criaturas de la Tierra son depredadores o presas, y muchas incluso cuentan con ambos roles seg煤n su posici贸n en la cadena alimentaria. Para casi todos los animales, esto significa avanzar para hacer frente a cualquiera de las dos opciones: hacia el alimento o lejos del depredador para evitar ser convertido en alimento. Los humanos somos una rara excepci贸n entre los vertebrados en cuanto a que tenemos la capacidad de movernos en muchas direcciones de manera relativamente eficiente (驴alguna vez ha visto a un perro trotando hacia atr谩s o subir una escalerilla?).

A pesar de esta diferencia, cuando enfrentamos un peligro, nuestro primer instinto es voltear y correr para alejarnos de la amenaza en lugar de movernos de manera campante hacia un costado en busca de seguridad. Este instinto se puede vincular con el modo en el que nuestro cerebro percibe el movimiento. Los centros visuales del cerebro de todas las criaturas de cuatro extremidades responden m谩s en茅rgicamente al movimiento en el eje que va desde atr谩s hacia adelante (imag铆nenos persiguiendo algo o escapando de algo que nos persigue).

Pero la excepci贸n de esto son los colibr铆es, seg煤n nuevas investigaciones. Los colibr铆es pasan gran parte del tiempo cerni茅ndose, lo que significa que tienen otras cosas que considerar adem谩s del eje que va de atr谩s hacia adelante.  Al cernerse, una r谩faga de viento puede empujarlos desde el costado. O un depredador puede llegar a atacarlos desde abajo. Por este motivo, no solo deben poder moverse hacia adelante para alimentarse de una flor colgante, sino en todas las direcciones.

Debido a esto, tendr铆a sentido que el cerebro del colibr铆 no pusiera el mismo 茅nfasis en el movimiento de atr谩s hacia adelante que el que pone nuestro cerebro, y eso es exactamente lo que han descubierto los cient铆ficos. El equipo de investigaci贸n descubri贸 que en un 谩rea del cerebro llamada lenticular encef谩lica 鈥攍a parte que responde a los est铆mulos visuales鈥 el colibr铆 no presenta una gran preferencia por el movimiento de atr谩s hacia adelante, como es el caso de todos los dem谩s animales evaluados hasta el momento. En su lugar, parece no tener ninguna preferencia y responde del mismo modo al movimiento en todas las direcciones.

Los investigadores tambi茅n descubrieron que el cerebro del colibr铆 est谩 "configurado" para responder a los movimientos r谩pidos con m谩s energ铆a que a los lentos. Esto result贸 ser una sorpresa porque los cient铆ficos hab铆an asumido que su cerebro en realidad estaba configurado como para un ave que se cierne y vuela a baja velocidad. Pero si pensamos en esto, que tenga un cerebro optimizado para alta velocidad tambi茅n tiene sentido. Un  puede moverse a una velocidad equivalente a 385 veces la longitud de su cuerpo por segundo durante vuelos de apareamiento, lo cual es . Como punto de comparaci贸n, un avi贸n de combate F15 Eagle puede alcanzar una velocidad m谩xima de 2.5 Mach, lo que se traduce en 45 veces su longitud). A esa velocidad, la capacidad de cambiar el curso de manera casi instant谩nea hace la diferencia entre la vida y la muerte, o entre el hecho de aparearse o no, que en t茅rminos de evoluci贸n es b谩sicamente lo mismo.

El hecho de que el cerebro del colibr铆 perciba el mundo de manera diferente a la de otros vertebrados es un descubrimiento ornitol贸gico fascinante, sin embargo los investigadores cuentan con otras motivaciones para su estudio: comprender el vuelo en la naturaleza para dise帽ar mejores robots. El descubrimiento del cerebro de un animal que puede moverse de manera eficiente en tres dimensiones podr铆a ser muy valioso para la inteligencia artificial de drones voladores, por ejemplo, o de sistemas de piloto autom谩tico para helic贸pteros. Pero dejando de lado las posibles aplicaciones a nivel comercial, 驴no es interesante pensar que los cerebros de las aves m谩s peque帽as tambi茅n podr铆an ser los m谩s complicados?