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Los ríos de Nuevo México fueron nombrados recientemente los ríos más amenazados del país, pero ̽ѡ Suroeste está trabajando con socios para ayudar a mejorar la salud y el agua de nuestros ríos. La organización nacional no gubernamental American Rivers ha estado enumerando ríos en peligro para resaltar las acciones prioritarias necesarias para abordar la salud de los ríos más amenazados de nuestra nación. En los últimos años, se han destacado ríos de Nuevo México, incluidos el Río Gallinas (2023), el Río Pecos (2021) y el Río Gila (2019, 2014). Este año, Nuevo México ocupa el primer lugar, y no es solo por un solo río, sino por todos nuestros ríos. Esta es la primera vez que American Rivers ha catalogado a todos los ríos de un estado como "los más amenazados,” y destaca la vulnerabilidad de nuestros ríos a la contaminación y la desecación como resultado de la opinión de la Corte Suprema de los EE. UU. en mayo de 2023 en el caso de Sackett contra la Agencia de Protección Ambiental.
Sackett contra la Agencia de Protección Ambiental
El caso "Sackett" reintrodujo la cuestión de qué constituye las "aguas de los EE. UU." protegidas, definiéndolas como "un cuerpo de agua relativamente permanente conectado a aguas navegables interestatales tradicionales." Esta definición deja vulnerables a los arroyos y humedales del desierto.
Las asociaciones de ̽ѡ Suroeste para proteger los ríos
El primer lugar en la lista de ríos en peligro de American Rivers es una llamada de atención para nuestros ríos. A través de nuestras asociaciones con otras organizaciones sin fines de lucro como , abogamos por el desarrollo de un programa estatal de permisos de calidad del agua superficial que ayudaría a proteger nuestros arroyos de la contaminación y la desecación que resultan de las normas federales laxas.
̽ѡ Suroeste se enfoca en actividades que mejoran la salud y el agua de nuestros ríos, una actividad que era sumamente necesaria incluso antes del reciente fallo en el caso Sackett. Nos centramos tanto en iniciativas políticas como en proyectos prácticos para proteger nuestros hermosos pero vulnerables ríos. Por ejemplo, hemos estado defendiendo y protegiendo las necesidades de agua del Río Grande en Nuevo México junto con un colectivo de otras organizaciones ambientales no gubernamentales en apoyo del Estudio de la Cuenca del Río Grande en Nuevo México (Estudio de la Cuenca). Un marco científicamente sólido para definir y proteger los objetivos de flujo ambiental en el Río Grande de Nuevo México es una necesidad urgente y retrasada. La aridificación (menos precipitación) está aumentando en el oeste de los Estados Unidos, exacerbando los desafíos existentes de gestión del agua y aumentando los conflictos entre los usos competidores del agua a medida que disminuye la disponibilidad de agua. El Estudio de la Cuenca se inició el 24 de enero de 2023.
El Estudio de la Cuenca es una iniciativa financiada por WaterSMART y dirigida por la Oficina Federal de Reclamación de EE.UU. y el Distrito de Conservación del Río Grande Medio, con la participación de más de 36 signatarios que representan a múltiples sectores y áreas de especialización. El Estudio de la Cuenca tiene como objetivo desarrollar estrategias de resiliencia en la gestión del Río Grande en Nuevo México bajo escenarios de calentamiento climático. Como parte de este esfuerzo, los "sectores" de uso del agua están cuantificando las necesidades de agua que se incluirán en modelos y herramientas de compensación. El Comité Sectorial de Organizaciones No Gubernamentales del Estudio de la Cuenca, co-dirigido por ̽ѡ Suroeste y New Mexico Wild, está formado por 12 organizaciones ecologistas nacionales, regionales y estatales, así como por socios asociados. El Comité Sectorial de Organizaciones No Gubernamentales está aprovechando esta oportunidad para cuantificar las necesidades de flujo ambiental y los objetivos factibles asociados para el Río Grande en Nuevo México.
A través de este colectivo de Organizaciones No Gubernamentales, estamos definiendo cuánta agua necesita el Río Grande en seis tramos del Río Grande y del Río Chama en Nuevo México. Estos objetivos de flujo se están comparando con las condiciones actuales y las condiciones futuras previstas para entender cuánta agua se necesita en cada tramo y cuándo se necesita más.
La comprensión de estos “déficits de flujo ambiental” se está utilizando para compilar estrategias probadas y desarrollar nuevas estrategias para mantener nuestro Río Grande. A través del compromiso de nuestros socios de Organizaciones No Gubernamentales, hemos desarrollado colectivamente una red de practicantes de flujo ambiental informados y listos para actuar.Muchos de estos grupos están directamente comprometidos en actividades sobre el terreno que están mejorando los flujos de los ríos mientras lees esto. Esta red se combina con una coalición similar que se centra en soluciones políticas para mejorar el flujo de los arroyos de nuestros ríos.
Ante sombrías predicciones climáticas y fallos judiciales desfavorables, nuestra comunidad de protectores de ríos de Nuevo México nunca ha estado tan comprometida en encontrar soluciones sobre el terreno, así como en correcciones políticas. Es a través de estas asociaciones profundas que mantengo la esperanza para el futuro de los ríos de Nuevo México.
Esto fue traducido al español por Maria Fernanda Torres Maqueda